Corría el año 2019 cuando Nismo y el especialista en piezas de alto rendimiento Z1 Motorsports se unieron para construir un Nissan Global Time Attack TT 370Z de 750 caballos de potencia. Y para los aficionados fue una buena decisión: Ya era hora de que el 370Z, que ya tenía una década de antigüedad, recibiera un poco de emoción…
Según Nissan, Z1 iba a competir con este 370Z mejorado en la temporada de Global Time Attack de 2020. Para hacerlo competitivo, el 370 recibió una gran cantidad de mejoras. El motor seguía siendo el bloque de 3.7 litros del coche de carretera, pero ahora contaba con turbocompresores Garrett GTX 3076, nuevos sistemas de gestión de combustible y electrónicos, y un sistema de escape de carreras de Z1 Motorsports.
La transmisión fue cambiada por una caja de cambios secuencial de seis velocidades con un embrague de competición. Z1 también modificó toda la suspensión, utilizando piezas Nismo. Los frenos eran Brembos personalizados también. La refrigeración fue mejorada en general; el TT 370Z tenía un radiador Nismo y nuevos sistemas de refrigeración para la transmisión, el aceite y el diferencial.
Hablando de ello, el TT 370Z utilizó un diferencial Nismo GT-R Pro 1.5 para transmitir la potencia a las ruedas traseras. En este caso, esas ruedas eran de aleación de aluminio RAYS Volk ZE40 Diamond Dark Gunmetal de 18x11 pulgadas con neumáticos de alto rendimiento Yokohama Advan A052 315/30R18.
Un paquete aerodinámico completo de fibra de carbono —sí, hay un alerón trasero tipo barra de bar— ayudaba a mantener el agarre de los neumáticos del coche. Este kit de carrocería, el interior completamente despojado, y la decoración y jaula personalizadas ayudan a distinguir este 370Z preparado para carreras de los modelos 2010 modificados que corren por las calles urbanas de noche, o haciendo lo que sea que hagan los 370Z.
La realidad es que no hay constancia de que finalmente este coche participara en ninguna competición de Time Attack, al menos no aparece en los resultados de la temporada 2020. ¿Fue otra víctima del COVID? Quién sabe…
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