El Toyota GR GT ya está aquí: así es el nuevo superdeportivo de Gazoo Racing
Toyota llevaba años jugando al despiste con prototipos camuflados, conceptos GR GT3 y rumores sobre un sucesor espiritual del 2000GT y del LFA. Ahora, por fin, la marca ha enseñado las cartas: se llama GR GT y nace como el buque insignia de la recién estructurada marca deportiva Gazoo Racing (GR).
Un “coche de carreras matriculable”
Toyota define el GR GT como un coche de carreras homologado para la calle. No es solo una frase de marketing: su desarrollo ha girado en torno a tres principios muy claros:
1. Centro de gravedad muy bajo
2. Peso contenido
3. Chasis extremadamente rígido
Según Toyota, el GR GT estrena el primer chasis completamente de aluminio de la marca, combinado con paneles de carrocería en aluminio y plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP).
El resultado es un peso objetivo en el entorno de 1.750 kg y una aerodinámica pensada desde el primer trazo para funcionar como un GT3 de circuito… pero con matrícula.
Corazón V8 biturbo híbrido: más de 640 CV
Bajo el capó (y muy retrasado hacia el habitáculo) encontramos el primer V8 biturbo de 4,0 litros desarrollado por Toyota para un modelo de calle, asociado a un sistema híbrido:
• Motor de gasolina: V8 4.0 biturbo, lubricación por cárter seco
• Motor eléctrico: integrado en el transaxle trasero
• Potencia combinada: más de 640 CV
• Par máximo: alrededor de 850 Nm
• Caja de cambios: automática de 8 relaciones, con motor eléctrico en el propio conjunto transaxle y diferencial autoblocante mecánico.
Toda la transmisión está colocada muy baja y muy atrás, con el objetivo de lograr un reparto de pesos cercano al 45/55 y un centro de gravedad “a la altura de las rodillas del conductor”, según la propia Toyota.
Arquitectura de pura competición
Desde el punto de vista técnico, el GR GT es casi un GT3 “domesticado”:
• Bastidor: spaceframe de aluminio, el primero de este tipo en la historia de Toyota.
• Carrocería: mezcla de CFRP (capó, techo, mamparo trasero) y aluminio en elementos como las aletas y las puertas.
• Suspensión: dobles triángulos forjados en aluminio en ambos ejes.
• Frenos: discos carbono-cerámicos con pinzas de altas prestaciones.
• Neumáticos: Michelin Pilot Sport Cup 2, con medidas 265/35 R20 delante y 325/30 R20 detrás.
Visualmente, el coche mantiene muchos rasgos del GR GT3 Concept: morro interminable, cabina muy retrasada, pasos de rueda musculados y una zaga corta, con salidas de aire y elementos aerodinámicos claramente inspirados en los circuitos.
Heredero del 2000GT y del LFA
Toyota no ha escondido en ningún momento el componente emocional del proyecto. En las comunicaciones oficiales y en la propia presentación del modelo, la marca enlaza de forma explícita el GR GT con dos iconos:
• El Toyota 2000GT de los años 60, primer gran gran turismo japonés de la marca.
• El Lexus LFA, el superdeportivo V10 que se ha convertido en pieza de colección.
El mensaje es claro: el GR GT no es “otro GR más” por encima del Supra, sino el nuevo tótem tecnológico y emocional de Toyota, un coche pensado para situarse de tú a tú frente a superdeportivos como el Ferrari 296 GTB, el McLaren 750S o el Mercedes-AMG GT de última generación.
Calendario, producción y precio estimado
Los datos que se manejan a día de hoy son los siguientes:
• Presentación mundial completa: diciembre de 2025.
• Inicio de producción: 2027, en Japón.
• Velocidad máxima objetivo: más de 320 km/h.
• Precio estimado: entre 350.000 y 400.000 dólares en mercados como EE. UU., con cifras de hasta 500.000 USD en algunas estimaciones.
Aunque aún no hay lista oficial de unidades, todo apunta a una producción limitada pero no tan escasa como la del LFA, con venta a través de una red selecta de distribuidores Lexus en EE. UU. y de concesionarios GR específicos en Japón.
¿Qué significa el GR GT para Toyota (y para los quemados)?
Más allá de las cifras de potencia o del precio, el GR GT es importante por varios motivos:
1. Consolida a Gazoo Racing como una marca con entidad propia, no solo como sello de versiones deportivas.
2. Refuerza la apuesta por la combustión de alto rendimiento en un contexto cada vez más electrificado, pero lo hace a través de una hibridación orientada a prestaciones, no solo a emisiones.
3. Sirve como laboratorio rodante para tecnologías que acabarán filtrándose al resto de la gama GR (y posiblemente a Lexus): chasis de aluminio, V8 biturbo híbrido, soluciones de aerodinámica activa, etc.
Para los aficionados a los deportivos japoneses, estamos probablemente ante el coche que llevaba dos décadas en nuestra lista de deseos: un gran turismo radical, con motor delantero-central, V8 biturbo, cambios en el eje trasero y un diseño que parece salido directamente del paddock de la GT3.
Bonus:
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